Dentro de mi cabeza aún hay recuerdos, montoncitos de cenizas de un fuego apagado y el cadáver de que nunca fue futuro. me confieso cobarde por entrar de hurtadillas a vigilar mis sentimientos, a caminar los laberintos que no llegan a ninguna parte , de regar con el rocío mi aliento lo que hace mucho debió haberse secado. Ya no quiero perder el tiempo en ausencias vacias , ni beber a sorbitos el néctar de la esperanza
la vida sigue y yo sigo con ella, no he muerto. Me quedaré con el lado bueno de la historia, necesita encontrarme, encajar algunas piezas sueltas del puzzle , barre las ruinas que hay en mi cabeza y quitarle peso a la mochila en mi espalda. Haré cosas nuevas, me elegiré las veces que haga falta, me volveré egoista pidiéndome perdón, pero sobre todo me prometeré jamás volverme a fallar. Seré alas de mariposa